A principios de los 90 Andre Gregory puso en marcha una peculiar iniciativa. Ante la falta de apoyo económico para levantar sus propios proyectos, decidió proponer a otros compañeros de las tablas ocupar ese tiempo muerto creando una especie de comunidad chejoviana. Simplemente reunirse de vez en cuando para interpretar al gran maestro ruso, un... Leer más →