Jackie Brown (Quentin Tarantino, 1997)

ATENCIÓN: DESTRIPO PARTE DE LA TRAMA Y NO HAGO SINOPSIS PORQUE SUPONGO QUE QUIEN PASE POR AQUÍ HA VISTO LA PELÍCULA. SI NO ES ASÍ CIERRE ESTA VENTANA, APAGUE SU PANTALLITA Y CORRA HACIA EL VIDEOCLUB MÁS PRÓXIMO A ALQUILARLA.

El último plano de Jackie Brown es una copia, un homenaje descarado, de aquellos de Psicosis en los que Janet Leight conduce satisfecha porque ha logrado dar el golpe y se lleva el dinero. Esa casi sonrisa mirando a la cámara es exactamente la misma, con la única diferencia de que En Jackie Brown el plano se alarga para que Pam Grier pueda tararear algunas frases de Across the 110th Street, de Bobby Womack, que está al principio y al final de la historia, y que es media película en algún sentido porque aquellos que la tenemos en alta estima no podemos pensar en ella sin escuchar ese temazo en nuestras cabezas, o viceversa.

Cuando en Psicosis aparece ese plano termina, aproximadamente, una especie de preámbulo tramposo. Marion ha perdido las riendas de la historia, el dinero y su destino deja de importar porque el sueño y la lluvia acechan. Una vez que la despierte el policía, ya estaremos en otra historia que Marion no controla. Jackie Brown, por el contrario, termina con ese plano porque la película era un poco lo contrario en su planteamiento al de Hitchcock. Ella, ni rubia ni estrella ni muy bien interpretada, la verdad, no solo controla sino que es la dueña de su futuro.

No era mi intención cuando abrí este blog hablar de películas o de directores tan conocidos y populosos, pero esta película es especial. También lo será este apunte porque nada he investigado sobre cómo se hizo o sobre lo que el verborreico Tarantino pueda haber dicho de ella, o se contara en las oportunas promociones del momento. Quiero hablar de Jackie Brown desde un punto de vista puramente personal, así que hay que disculparme si me confundo en algo, o no menciono eso que no puede dejar de decirse.

Recuerdo que cuando la vi en el cine me dejó muy sonado. Salí de allí con esa emoción particular que tan pocas películas traen, esa certeza de que eso que te ha dado el mazazo lo reconoces por su fuerza, pero no por su naturaleza. Quiero decir que no entendía muy bien a qué venía esa profunda sensación de haber presenciado algo grande. Una idea vaga, el paso del tiempo, era lo único que me rondaba, y ronda, por la cabeza. La escena de los créditos iniciales provocó, y sigue provocando en mí, algo que no puedo describir pero que es como una plenitud estética absoluta, es como si se me presentara lo sublime y resulta que es solo una azafata de tercera en una cinta mecánica. Quizá ese momento me posee de tal forma porque, además de que su montaje musical es perfecto, y esa música pone alma en cualquier cosa, por otro motivo en el que he caído ahora, después de este quinto o sexto acercamiento, y es que esa escena es una especie de metáfora de la vida pasada de la propia Jackie, que no conocemos apenas, gracias a este comienzo. Esa es la genialidad de Tarantino. Y es que al principio ella simplemente se deja llevar en la cinta, sonriente, confiada, sin andar y tranquila. Viste de azul sobre fondo de tonos azulados. Así podía ser la joven Jackie: tan hermosa que destaca sobre un fondo que es como ella pero que desaparece con ella. La cámara la sigue en un travelling indicativo de que es ella, y no el aeropuerto, lo que nos importa. Por eso cuando empieza a apresurarse no sabemos muy bien por qué es. Desconocemos el tamaño del edificio  y la distancia que le queda hasta llegar donde se dirija porque ese aeropuerto es como la vida, se va descubriendo según lo recorres. Cuando se acerca al presente ella empieza a apresurarse, como vemos, se despeina, se sofoca, casi tropieza por correr sin perder la elegante apostura que exige su uniforme, lo que ha llegado a ser, aunque en este contexto ella sea poco más que lumpen aeronáutico por su pobre puesto en una compañía pobre. Sin embargo llega al presente, a su puesto de recortar tarjetas de embarque, se retoca el cabello, solo un leve repaso, y su sonrisa lo arregla todo. 

En su momento creo que la recepción del público, ganancias en taquilla aparte, no fue muy calurosa. Después del corte de oreja al neoclásico cine de los 90 que supuso Reservoir Dogs y del complejo, divertidísimo y carismático ejercicio de personalidad y maestría que fue Pulp Fiction, que es por sí misma casi una subcultura, Tarantino se presenta con esta película tranquila, poco violenta, de colores apagados y con apenas chispa en sus diálogos. Un film negro crepuscular y calmado. Gris de aspecto, parco en escenarios, que además son insoportablemente anodinos, culminando con la parte culminante en la tienda más anodina de un centro comercial tan anodino que a pesar de ser el más grande de EEUU en aquel tiempo el director no se preocupa de mostrarnos nada más que el parking. Es un mundo poco interesante, cotidiano, que ni siquiera la trama policial de fondo o las actividades ilegales de los protagonistas tiñen de interés.

En cuanto a esos protagonistas, Tarantino parece que los divide en dos clases perfectamente distinguibles: por un lado están Jackie Brown y Max Cherry (Robert Foster, inconmensurable), y por el otro los demás, fuerzas del orden y criminales de poca monta. Toda esta patulea de drogatas y polis tontos son personajes ridículos, gente boba y de escaso carisma. Podríamos hacer una excepción, con Ordell-Samuel L. Jackson, el único que parece juntar dos neuronas con algo de estilo, pero incluso él resulta no ser al final más que un bluf, otro bobo solemne que ha caído como los demás. Quizá esto que digo tiene su epítome en Louis Gara, un robaperas analfabeto funcional que interpreta Robert De Niro. Uno se pregunta si Tarantino no quería, con este papel, cachondearse de la superestrella de alguna forma. He leído por ahí que pensaba en Stallone para interpretarlo, y me cuadra. Lo que nunca me ha cuadrado mucho, sin embargo, es que De Niro hiciera un personaje tan antipático y falto de gracia y supongo que fue el tirón de la marca tarantiniana lo que le llevó a aceptar uno de los peores personajes de su carrera al menos hasta estos últimos años en los que entre Scorsese y Scorsese se dedica a los vejetes cascarrabias en películas infames que soy incapaz de terminar por la vergüenza ajena que me provocan. Inténtenlo con La última gran estafa, de 2020, y me cuentan. 

En contraste con esta manga de retrasados, Jackie y Cherry siempre son tratados con el mayor amor fílmico. Normalmente en primerísimos planos que llenan la pantalla de madurez y silencio. Mientras que los demás son mostrados como extensiones de un sofá, de unas gafas de sol o de una coleta, ellos importan por lo de dentro, no por lo de fuera, con excepción claro de la percha de Pam Grier que Tarantino muestra siempre desde los mejores ángulos, a diferencia por ejemplo del chabacano atuendo de Bridget Fonda,  la novia de Ordell, a la que enseña sin enfatizar siquiera su evidente carnalidad y que muere en off, como vivió. 

En Jackie Brown hay bastantes diálogos pero poca palabrería. Tan solo la escena del maletero y sus prolegómenos, mas alguna conversación desganada en casa de Ordell, recuerdan las chispeantes peroratas de Pulp Fiction. Este laconismo, en este contexto tan gris, me parece que ayuda también a que la película vaya adquiriendo minuto a minuto una energía especial. Me ha pasado compartirla ahora con una persona muy querida, que la veía por primera vez, y que a pesar de no mostrar muchos signos de diversión ni inmersión afectiva durante el metraje, cuando termina y Jackie mira a cámara camino de La Cibeles me ha dicho: menudo peliculón.

El cine de Tarantino me parece muy trabajoso de analizar a vuelapluma, como hago por aquí, por su enredada complejidad, y además lleno está el infoverso de opiniones, críticas y despieces de su obra. Hay en ella tanto homenaje, detalle y ocurrencia, que tengo la sensación siempre de que veo la mitad de lo que hay. Es que hace unos días, remirando Django desencadenado, me encuentro de meritorio sin frase a… Adivinen: 

Sí, Ted Neeley, ¡Jesucristo Superstar!

A pesar de eso, no me iré sin comentar al menos que creo distinguir a dos espíritus que recorren todas las películas de Quentin Tarantino, y que cada una de ellas suele quedar poseída más por uno que por otro. Uno sería un espíritu burlón, amigo de la farsa y la hipérbole, que goza con la violencia gratuita -y vacía de toda moralidad- y que quiere entretenernos en gozosa Panavisión. El otro espíritu es tierno y nostálgico, ha aprendido de los telefilms una sensibilidad cercana a la ñoñería, pero se prodiga con delicadeza y mucha moderación en los recovecos que el otro espíritu, más rentable, deja entre muerto y muerto. Si bien estas dos tendencias se suelen mezclar y suceder en los largos metrajes de sus films, que dan para mucho, hay películas de Tarantino tomadas por completo por el primero, que predomina también de sus guiones dirigidos por otros. Pero aquellas cintas en las que el segundo, el lírico, se hace con la historia, confieso que son las que más me gustan. Por eso creo que soy de los que defienden con fervor el final de Érase una vez en Hollywood, tanto que merece acarrear hasta lo más alto al resto del quizá irregular metraje anterior. Por eso me quedo con Jackie Brown de entre todas, porque ese espíritu romántico y sabio la posee casi por completo y, cuando asoma el otro, el gamberro, termina lleno de merecido plomo.

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España.

7 comentarios sobre “Jackie Brown (Quentin Tarantino, 1997)

Agrega el tuyo

  1. Hola tocayo
    Tarantino es un especialista en homenajes; unos los cazamos y otros los imaginamos, pero cada escena remite a alguna otra.
    La de hoy, para mi, tiene dos partes bien diferentes. La primera ese homenaje a los veteranos, claramente anunciado en esa pasmosa presentación (toda una declaración de principios viniendo de un «montador» eléctrico). Y «la otra» ese autohomenaje o como ver la imagen en un espejo de lo que refleja otro espejo; ese De Niro recuerda al Brad Pitt y Bridget parece la Patricia Arquette de «True Romance, Amor a Quemarropa».
    Yo también pongo a Jackie entre lo mejor de Tarantino. Y eso sin mencionar la escena multiángulo ¿Qué pensaría Ettore Scola desde su terraza?
    Punto extra por el apoyo que nuestra pareja favorita de la peli hacen a The Delfonics: la-la-la means ailoviuuuuuu…
    Un saludo, Manuel.

    Me gusta

    1. Te he disfrutado mucho en este texto, como en otros, pues el valor de Tren de sombras es que dejas una mirada absolutamente personal sobre determinadas películas. Una mirada en primera persona con conclusiones propias.
      En esta de Tarantino coincido totalmente. Me encanta Jackie Brown y soy también totalmente defensora de toda la película y de ese final maravilloso de Érase una vez en Hollywood.

      Beso
      Hildy

      Me gusta

      1. Queridísima Hildy!
        muchas gracias por tus palabras, y me alegro mucho de que coincidas tanto conmigo en esta peli que tan especial es para mí.
        No te creas que lo de escribir tan subjetivamente sea una pretensión mía. Más me gustaría ser didáctico y metódico, pero con películas tan conocidas de autores tan trillados no tiene mucho sentido decir cosas que ya están en cualquier sitio.
        Un besazo enorme

        Me gusta

    2. Hola tocayo,
      lo de Patricia Arquette te lo compro, lo de Brad Pitt no lo veo.
      No conocía La terraza, ya me la he apuntado.
      ¡Vivan los veteranos!

      Un abrazo que means ailoviuuuu. Qué bonita por cierto esa escena en que compra la cinta y luego se la pone en el coche.

      PD Algo de agua había en las lagunas de Villafáfila, para pasmo de cicloturistas.

      Me gusta

  2. Hola otravez
    La leyenda dice que Brad iba a protagonizar True Romance pero que las fechas se fueron complicando y no pudo hacerlo. Uno no quiso perder oportunidades-y tenía libre un día- y otros no querían quedarse sin un buen reclamo; se «sacaron de la pluma» un personaje que estaba anclado en un mismo decorado, no se enteraba de gran cosa y otros personajes «pasaban por allí». De Niro era un poco más trascendente pero no mucho, como apuntas.
    Hace poco vi una peli con un titulo original horrible «Kansas City Confidential» en español lo «mejoraron» con «El cuarto hombre». Tiene el mejor-peor trío de malos del mundo. Sólo comparable a los hermanos malasombra (ni te sonaran pero eran «míticos» en mi infancia, cuando pescábamos -a mano- carpas en la laguna de Villafáfila). La peli es mejorable pero… una gozada (no sé que tiene que ver con Tarantino… o sí).

    Me gusta

  3. No puede decirse que la multifocal estructura narrativa elegida por el realizador sea enteramente original (le debe mucho, creo, a films como ATRACO PERFECTO e incluso LA CONDESA DESCALZA). Pero el contundente toque visual de Tarantino y sus verborreicas «set pieces» funcionaron aquí con menos efectismo y afán noqueador que en sus dos películas anteriores debido a un mayor grado de seguridad y serenidad en la puesta en escena. En este sentido también yo quiero destacar el acercamiento cálido y respetuoso al personaje central, esa azafata con problemas personales, la Jackie Brown del título (incorporada con majestuosa potencia por esa hermosa y fascinante mujerona que es Pam Grier), que se resiste a perder la dignidad en medio de un entorno adverso del que, sin embargo, emerge impóluto ese otro personaje curtido y solitario del agente de fianzas enamorado que incorpora Robert Forster. Comparto plenamente tu entusiasmo por esta película de Tarantino que hasta la fecha continúa siendo la que más me ha gusta de su filmografía, tal vez porque -cosa infrecuente en su cine- al menos un par de sus criaturas se hacen querer mientras luchan por mantener la dignidad dentro esa fauna infecta creada por quien considero más que un competente reciclador de basura, un alquimista. Por una vez, en la película que nos ocupa, a Jackie y Max se les concede una escapatoria romántica.
    Un saludo.

    Me gusta

    1. Hola Teo,
      poco tengo que añadir a tus muy jugosos comentarios, porque además veo con alegría que coincidimos en muchas cosas.
      Sobre lo de la estructura de la escena del intercambio que evidentemente remite a Atraco Perfecto, El golpe y a otras muchas películas, fíjate que yo lo veo, más que como un intento de lucimiento técnico o de mostrar algún tipo de virtuosismo, como un homenaje simplificado al máximo de esos mismos trucos «fáciles». De hecho no haría falta poner la hora, pero él lo hace como para recalcar el carácter artificioso de esa escena, que por cierto es un paréntesis en la férrea linealidad del resto de la peli.

      En fin, que muchas gracias por tu comentario!

      Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

Diccineario

Cine y palabras

Pre-Code.Com

Celebrating Pre-Code Hollywood, 1930 -1934, when movies were sexy, smart, complex and a hell of a lot of fun.

sin sentido

opiniones irrelevantes sobre cine y otras cosas

Movies Silently

Celebrate Silent Film

Japanonfilm

beyond Kurosawa, ninja, and Godzilla

cinelibrista

Cosas de libros, cine y series

Insertos Cine

Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones

Cine hasta el amanecer

"Un mundo nuevo no es más que un nuevo modo de pensar"

Esbilla cinematográfica popular

"Forgotten, but not gone"

La mano del extranjero

Blog sobre ficciones del cine, la literatura y el cómic

elcriticoabulico

Crítica de cine informal pero esmerada

39escalones

Reflexiones desde un rollo de celuloide

El blog de Hildy Johnson

Simplemente, un blog "de cine"

El Testamento del Dr. Caligari

Web dedicada al cine mudo con reseñas de películas, curiosidades, crónicas del Festival de Pordenone e información sobre Charles Chaplin, Buster Keaton, F.W. Murnau y todos los grandes cineastas de la era silente.

El Gabinete del Dr. Mabuse

Blog de reseñas cinematográficas

WordPress.com en Español

Blog de Noticias de la Comunidad WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: