Es una película maravillosa, una de esas obras magistrales que marcan la culminación del cine mudo en los años en los que ya estaba herido de muerte por el nacimiento del sonoro.
Lo más destacable de la película son sus hallazgos cinematográficos, como el encuentro del protagonista en su oficina tras ascender por la fachada del rascacielos, o los movimientos de “multitudes” curiosas que asisten a los momentos más importantes de la narración. Ya se sabe de dóndo tomó Billie Wilder la idea visual de la oficina de para El apartemento…
También es muy interesante el desarrollo de los acontecimientos en forma de ida y vuelta, en paralelo al declive profesional y personal del protagonista, aunque no se enfatizan mucho estos momentos, signo de madurez cinematográfica; por ejemplo cuando tiene que vestirse de payaso para anunciar, que es algo que todos estamos esperando durante todo el metraje… Otras escenas inolvidables son la muerte de (…), con esa petición de silencio no respetada o el picnic en la playa.
Quiero destacar la función que “La multitud”, o la masa que nombra el título en inglés, porque o no está bien explicado o la distancia temporal no nos permite ver la peli como los espectadores de entonces. Me refiero a que se supone que esa masa anónima es la que hace fracasar al protagonista en sus ansias de mejorar y prosperar en la jungla humana que es Nueba York, sin embargo es él el que realmente no sabe ser mejor que sí mismo o desarrollarse de alguna forma.
Hay cierto esquematismo psicológico en la forma en la que se van sucediendo los acontecimientos de la pareja, no resulta natural por ejemplo su mal humor que se limita a una escena, o no se comprende por qué asciende su amigo el juerguista, aunque se diga una frase que lo justifique -que es un pelota.
La multitud en realidad es una fuerza ciega pero inoperante. Quizá esto se deba a que el proceso por el que la masa actúa en estos años aún no esté, digamos, “vulgarizado” como idea asumible por el público, pues en efecto era un fenómeno social que se empezaba a estudiar.

La masa no juega un papel activo, repito, sino pasivo-espectador curioso, y poco más, por lo que no me parece que quede bien resuelto el punto central de la trama, que es la supuesta barrera que la masa social supone para el crecimiento personal y profesional del prota. Tan solo tiene un papel activo en la trama cuando (…) muere y no es capaz de mantenerse silenciosa, como dije antes, ni respetar el luto y el dolor del doliente. Que por cierto, aparte de sus habilidades simpáticas como hacer malabarismos, no hay nada que él haga o ningún mérito que tenga que a ojos nuestros le haga merecedor de ese progreso por el que aboga, pues es en el fondo un hombre demasiado “humano” y en cierta forma ramplón.
También resulta extraño y un tanto incoherente la escena final en la que, cerrando el viaje por los paralelismos de ida y vuelta, la familia se pierde en la masa del público. Al parecer es uno de los muchos finales que se pensaron, pues no sabían como cerrar el film dejando espacio a cierta esperanza, siendo una película tan trágica. Es un cierre muy inteligente pero que no sigue a mi parecer el ideal que encierra el guion, pues de alguna forma es una suerte de entrega o derrota aceptada con una sonrisa, es decir, un amargo final feliz, que aunque es estimable y correcto desde el punto de vista fílmico, me parece poco genuino intelectualmente.
En fin, a pesar de estas pegas que le pongo una gran película, muy vivaz y divertida, una peli muda realmente entretenida, que no da respiro alguno (gran montaje y puesta en escena) y que no comprendo el olvido en el que está perdida, como otras joyas de esta época.
Siento que quizá no entendiste la idea: No es «la masa», o la multitud, la que impide al personaje lograr sus metas, sino que él mismo es uno más de esa multitud, uno más de los miles de seres anónimos que nunca sobresaldrán y tendrán que vivir una existencia mediocre. Un hombre al que le dijeron que sería grande y lo creyó, pero nunca pudo serlo por diversas razones, algunas ajenas a él. Al final la cámara se aleja de él dejándole donde siempre ha estado, entre la multitud.
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Hola Elisabeth,
lo primero, bienvenida. Este apunte es uno de los primeros que escribí para el blog, en la completa seguridad de que nunca llegaría a leerlo nadie y de que el mismo blog seguramente no duraría mucho. Es decir, que como otros del principio es apresurado y poco meditado. Como hace casi dos años no recuerdo con exactitud la película pero creo que lo que yo digo, aunque use alguna frase que implique enfrentamiento de él con la masa, no se contradice con lo que muy bien apuntas, que es algo en lo que estoy muy de acuerdo si reviso el poso que en mí dejó la película. En todo caso sí es posible que no entendiese la idea, como no entiendo tantas cosas.
Gracias por tu comentario
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